¡Hola chicos! Ya he vuelto de Jamaica y poco a poco os iré enseñando todos los sitios que he visitado en el blog. Esta semana estaré una semana en Portosin, un pequeño pueblo de Galicia con mucho encanto donde suelo venir a relajarme mientras navego con mi amigo Óscar y la pandilla. Después de 6 horas en el coche desde Madrid, llegamos a puerto y embarcamos en los barcos para salir a pasar la noche en el mar. Un cielo lleno de estrellas nos acompañaba durante nuestra travesía, el silencio desaparecía cuando el agua golpeaba el casco del velero y lo mejor estaba por llegar. Fondeamos cerca de la playa de San Francisco, en la Ría de Muros y Noia. Después de cenar y charlar durante gran parte de la noche, poco a poco el silencio se apodera del barco y bajo a los camarotes para meterme en el saco de dormir. Allí el balance del mar conseguío que pudiéramos caer rendidos a gran velocidad y del tirón.
Al día siguiente amanece temprano con el calor de sol y las gaviotas que revolotean en busca de pescado. Pero lo que realmente consiguió que me despertara fue los gritos de Roque, Carlota, Vicky, Oscar, Piño, Quino, Ignacio y Maria saltando al mar mientras disfrutaban del primer baño del día a pesar de que el agua estaba muy fría pero parece que aquí están acostumbrados y finalmente consiguen que yo también termine en el agua…
En Galicia comer es un placer y en esta foto podéis ver que no miento cuando digo que no he pasado hambre…
Después de dos gran días espectaculares volvemos a puerto con el sol escondido tras las nubes y un viento frío que nos obligan a sacar los abrigos durante la travesía.
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¡Muchas gracias por acompañarme siempre en mis aventuras! Espero que os guste este post y cualquier duda podéis dejar un comentario que os contestaré encantado lo antes posible.
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Un abrazo,
[Fran]
