Hoy es Martes!! Y como cada Martes tengo el placer de compartir con todos ustedes los conocimientos de nuestro experto en belleza Carlos Rodriguez! ¿Preparados?
Photo: bowtieblue.com
Una de las mayores preocupaciones masculinas es la de quedarnos calvos. Estéticamente, la falta de cabello cambia sin duda nuestro look y la forma en la que nos vemos a nosotros mismos. A pesar de ser un mal intrínsecamente unido al hombre, no todos llevan bien su marcha. Hoy queremos aclararos algunos puntos sobre la caída masculina, sus motivos, soluciones y algunos mitos a ella ligados. Tranquilos, hay vida más allá de la calvicie.
La caída del cabello masculina, o caída androgenética, empieza a manifestar generalmente entre los 25 y los 35 años, aunque esta franja puede variar según la genética de cada uno. Al hablar de caída androgenética, estamos hablando de aquella marcada en nuestro ADN y no generada por problemas de salud, estrés, malnutrición y/o otros muchos problemas que pueden causarla. Aunque en esos casos, lo normal es que la densidad capilar vuelva a la normalidad una vez solucionado el problema que la causa.
Esta caída es debida a que la hormona masculina (testosterona) ataca al folículo piloso, consiguiendo que este pierda la batalla y eliminando el crecimiento del cabello. Cada persona acusará un tipo o forma de caída, mientras a unos las entradas terminarán llegandole a la coronilla, otros experimentarán como esta zona es la que empieza a clarear y a extenderse.
Al estar hablando de un problema genético, hoy en día existen pocas soluciones que consigan detener la caída, y menos aún, que consigan hacer que el pelo vuelva a crecer. Estas son las tres más eficaces.
1. Micro-injertos: Esta intervención quirúrgica consiste en recolectar bulbos pilosos de otras zonas sin calvicie (normalmente de la nuca) y reimplantarlas una por una en la zona sin cabello. Requiere de varias horas, es cara y ofrece buenos resultados.
2. Finasteride: Este principio activo es el utilizado para problemas prostáticos, aunque se dispensa en formulaciones especialmente diseñadas para la calvicie ya que mantiene a raya la acción negativa de las hormonas que atacan al bulbo. Su uso precisa de receta médica y de una analítica que compruebe que el paciente no corre riesgo al ingerirla. Si todo está bien, hay que tomar una pastilla al día de por vida para mantener el pelo que queda, y esperar que mucho, sino todo lo perdido recobre fuerza y vuelva a crecer.
PROPECIA: El nombre de medicamente más famoso con finasteride para la calvicie.
3. Minoxidil: Esta molécula basa su eficacia anti-caída en ofrecer una fuente continua de nutrientes al bulbo piloso, favorecer la micro-circulación del cuero cabelludo y en conjunto conseguir mantener su salud. No ofrece grandes resultados en calvicies acuciantes, pero es ideal como preventivo en cuanto se empiecen a atisbar los primeros síntomas, y como complemento de refuerzo a otras alternativas. Los efectos conseguidos solo se mantienen si se usa de continuo y lo ganado desaparece si se cesa.
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Como hemos visto, la calvicie es un problema que se manifiesta externamente, pero cuyo motivo viene del interior. Aunque puede haber gestos cotidianos que puedan asfixiar el bulbo piloso o no propiciar su buen funcionamiento, existen más mitos que realidades en este tema. Aquí os mencionamos algunos.
1. Usar gorras y sombreros no genera calvicie.
2. Lavarse en pelo a diario no genera calvicie.
3. Exponer la cabeza al sol no genera calvicie.
Y llegados al punto de sufrirla y tener que asumir vuestro nuevo look, siempre podéis jugar con las perillas, barbas y bigotes para cambiarlo. También deberéis extender el uso de los protectores solares por toda el área desnuda. Pero por favor, nunca intentéis esconderla dejando el pelo que aún os crece lo suficientemente largo como para haceros un “Anasagasti”.No solo es antiestético y vergonzoso, sino que ofrece una imagen sucia, anticuada y nada atractiva. Sin contar con el hecho de que el engaño, nunca mejor dicho, solo está en vuestra cabeza.
BowTieBlue