Ya es Martes y nos toca otra visita de Carlos Rodriguez, experto en Belleza para hablarnos sobre mascarillas para hombres. ¿Estáis preparados?
Queremos los halagos que genera Jason, Statham claro (Transporter), y no los gritos de Jason, el de Viernes 13.
Al igual que ocurre con la moda, también en belleza los complementos marcan la diferencia. Un rostro bien cuidado gracias a una rutina básica de higiene e hidratación, puede sumar muchos enteros dedicándose algunos cuidados extras. Las mascarillas son productos destinados a aplicarse sobre la piel durante un espacio corto de tiempo (entre 5 a 20 minutos generalmente), durante el cual, ejercen su acción de limpieza, nutrición, hidratación, peeling, etc… Aunque hoy en día la oferta por acciones es tan amplia como tipos de hombre existen, por lo que, mantener los pies en la tierra alejados de la propaganda de las casas cosméticas nos permitirá dar respuesta a nuestras necesidades sin decepciones. Para favorecer su eficacia, es conveniente aplicarlas después de la limpieza e idealmente, después de la exfoliación, momento en el que la piel se encuentra más receptiva y permeable. Generalmente, su textura tiende a ser untuosa debido a su carga en activos y a la necesidad de crear una “mascara” oclusiva sobre la piel. Las pieles grasas y mixtas verán en las que tienen una base de arcilla las mejores aliadas para absorber el exceso de sebo y cerrar los poros. Las normales y secas deberán optar por fórmulas que colmen la piel de hidratación y nutrición para suavizar y devolver la luz. Como gesto puntual, o cuando tengamos unos minutos extras, se pueden aplicar dos tipos de mascarillas distintas. En primer lugar, una purificante que arrastre células muertas y exceso de sebo, y una vez aclarada, una segunda hidratante. Este “ritual” es similar al realizado en un tratamiento en cabina, y garantiza una piel de cine. También podemos añadir una gotas de aceite natural (oliva, almendras, germen de trigo…) a la mascarilla hidratante para crear un “maná” que sacie hasta las pieles más demandantes y marcadas por líneas y arrugas. Recordad que la hidratación es una demanda universal de todos los tipos de piel y que esta nunca rechazará un aporte extra de agua. Hidratarla convenientemente después de ser retirada es esencial para “sellar” los activos y agua que ha dejado en ella. No os engañéis por la suavidad y luminosidad que veis en el espejo, ya que, de no hacerlo, la piel se resecará en exceso. Eso si, aún con todos los adelantos con los que contamos hoy, las mascarillas siguen necesitando de unos minutos de intimidad, o de una confianza plena en aquellos/as que nos acompañen mientras hacen efecto. Aunque nos ofrezcan una tez radiante, no queremos asustar a nadie mientras la llevamos puesta.
PURIFYING CLAY MASK de LAB SERIRES: Un clásico imprescindible y efectivo para limpiar y desintoxicar las pieles grasas gracias a la acción de la arcilla china.
MASQUE CRÈME “ANTI-SOIF” de CLARINS: Un exquisito baño de hidratación que riega la piel con activos botánicos y ácido hialurónico.
RENEWING PACK de VALMONT: Una verdadera joya cosmética que devuelve la juventud y la luminosidad a todos los tipos de piel gracias a sus avanzados complejos celulares.
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